Un partido amistoso entre los equipos de Quilmes y Chacarita terminó en una pelea violenta que involucró a todos los futbolistas presentes.
Los jugadores terminaron intercambiando golpes de puño en el campo de juego y la situación se intensificó hasta el punto de que el árbitro tuvo que abandonar la escena para evitar ser golpeado.
La pelea continuó en el túnel, resultando en varios futbolistas heridos.
Aún se desconocen las causas exactas que originaron la pelea, pero las circunstancias sugieren que el juez podría haber incidido en el mismo.
Hasta el momento de la interrupción del partido, Quilmes ganaba 3-1 con goles de Anselmo (2) y Lattanzio.
La gravedad de las lesiones sufridas por los futbolistas aún no ha sido determinada con precisión.
En un deporte que busca la camaradería y el fair play, la violencia en el campo de juego es inaceptable y debe ser abordada de manera seria.
La organización deportiva correspondiente deberá investigar este incidente y tomar medidas adecuadas para evitar su repetición en el futuro.