El suceso aconteció en la playa Piedras Blancas en la provincia de Entre Ríos, donde una anaconda amarilla, conocida como curiyú, sorprendió a los turistas generando cierto temor por lo inusual del hecho.
Uno de los bañista presentes grabo la escena, mientras que como sonido de fondo se escuchan algunos gritos de las personas que se encontraban en el lugar, por lo que la filmación se volvió rápidamente viral.
La anaconda amarilla cuyo nombre científico es Eunectes notaeus, puede llegar a pesar unos 30 kilos y medir 4 metros siendo por lo tanto el más grande de los boídeos argentinos.
Aunque la mayoría de la gente cree que estos reptiles son peligrosos para el hombre, esta anaconda en particular es inofensiva -no es venenosa- y piden protegerla por su estado de vulnerabilidad por estar en su ciclo reproductivo.