El presunto jefe de los vendedores de “copitos”, estuvo tres horas frente a la magistrada María Eugenia Capuchetti en los juzgados de Comodoro Py.
Pero durante la audiencia Nicolás Carrizo lloró ante la jueza, negando haber planificado el ataque e intentó despegarse de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.
Pero como la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) halló mensajes en su celular posteriores al intento de asesinato de la vicepresidenta.
De parte de Carrizo con una persona en los que expresaba su malestar por el fallido del intento de homicidio.
Este sostuvo que se trató de una “broma” que le hizo a un familiar “de ideas kirchneristas”.