Pablo Fernández Blanco no teme desafiar convenciones y propone una peculiar perspectiva sobre la inflación.
Su teoría insólita afirma que la variabilidad en la calidad de la inflación está vinculada al líder político en turno.
Esta afirmación ha generado un revuelo en las redes sociales, donde el periodista parece haber logrado su objetivo de llamar la atención.
El periodista previó que sus declaraciones generarían controversia, pero su objetivo era claro: cautivar a su audiencia con la idea de que la inflación que se avecina solo es un paso hacia un futuro mejor.
Este enfoque, aunque atípico, busca involucrar a la audiencia y crear expectativas en torno a la economía futura.
Fernández Blanco critica la cobertura mediática de los años anteriores, donde los medios hegemónicos, según él, intentaban normalizar el ajuste económico haciéndolo parecer inevitable.
Su inmersión en la causa va más allá, desarrollando una analogía peculiar entre la inflación y el colesterol, "inflación Mala" e "inflación Buena" de Milei, presentando dos versiones de la misma .