La perra, enterrada hasta el cuello, aulló con todas sus fuerzas pidiendo guardarla a ella y a sus cachorros moribundos bajo tierra.
A principios de esta semana, mientras trabajaba en una granja remota en Turquía, el veterinario Soner Büyümez escuchó un sonido en la distancia que no pudo ignorar. Era un sonido desesperado, como un grito de ayuda.
“Corrí inmediatamente al lugar”, dijo Büyümez. “Hubo un deslizamiento de tierra. Vi un perro atrapado en el suelo. Solo su cabeza permaneció sobre el suelo”.
El perro estaba angustiado. Pero, como Büyümez pronto entendería, no estaba preocupada solo por su vida.
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“Cuando la vi por primera vez, fue muy molesto”, dijo Büyümez. Sabía que tenía que actuar. Tomando rápidamente una pala, Büyümez comenzó a cavar.
Mientras Büyümez movía la tierra que atrapaba al perro, otro sonido golpeó sus oídos. El sonido era débil pero inconfundible. “Escuché el llanto de los cachorros”, dijo Büyümez. “Estaban bajo tierra”.
Cuando el primer perro fue retirado de manera segura, Büyümez comenzó a cavar una vez más para salvar a sus bebés.
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En total, Büyümez salvó a los siete cachorros que habían sido enterrados vivos después de que su madriguera subterránea se derrumbara.
Gracias al pensamiento rápido de Büyümez, la familia peluda ahora estaba sana y salva.
Büyümez cree que la perra era una perra callejera que sobrevivió sola en ese lugar desesperado. Pero ahora, ella y sus bebés ya no estarán solos.
“Su estado general es muy bueno. La madre y sus cachorros ahora están protegidos”, dijo Büyümez. "Los cuidaré como si fueran míos". El rescate tomó un total de dos horas.
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