La derecha argentina hace política siempre bajándole el precio al adversario, por lo cual son generadores de incontables denuncias (sobre todo mediáticas) que nunca llegan a nada.
Pero estas tácticas no siempre salen bien, sobre todo si el universo de resultados posibles de este accionar no fueron debidamente considerados.
Como fue el caso de la presidenta del PRO Patricia Bullrich que pensó que lanzo una bomba al gobierno acusándolo de corrupción en el proceso de compras de las vacunas de Pfzier.
Pero la bomba se convirtió en un boomerang que están generando divisiones en sus propias filas, pues hasta sus aliados se han desmarcado de sus expresiones.
Y a pesar de los esfuerzos de los medios hegemónicos para diluir su estrepitoso error que la muestra como una denunciadora serial, ahora Bullrich niega lo que dijo, hundiéndose así en lo más profundo.
Bullrich ahora niega que dijo lo que dijo
Me da más vergüenza la desmentida que la acusación misma... pic.twitter.com/oHUzlJQSKL
— Sergio Chouza (@SergioChouza) May 26, 2021